Me negaba, pero ahora siempre hago esto para proteger mis archivos

Desde hace muchos años en nuestro PC disponemos de un software de compresión que utilizamos para múltiples tareas. Estos programas los utilizamos con los archivos comprimidos y nos son de ayuda tanto a la hora de almacenar como de compartir esta información.

Como su propio nombre indica, el primer objetivo de estas aplicaciones a las que nos referimos es comprimir los datos que contienen los ficheros que seleccionemos. Evidentemente esto nos servirá en gran medida, al menos ese era el objetivo inicial, para ahorrar espacio en las unidades de disco de nuestro PC. Sin embargo, con el paso de los años su funcionalidad y versatilidad han aumentado de manera considerable.

Os decimos esto porque además de servirnos para ahorrar espacio de manera local, los archivos comprimidos en estos instantes no son de enorme utilidad en internet. Gracias a los mismos por ejemplo tenemos la posibilidad de compartir una buena cantidad de archivos y carpetas que añadimos en un único fichero comprimido. Esto nos facilita mucho la subida de esa información, al igual que sucede con su posterior descarga.

Por ejemplo, esto lo podemos utilizar para enviar un programa completo con sus correspondientes archivos, multitud de documentos de texto en un único fichero, o fotos. Los usos de estos archivos comprimidos son infinitos, de ahí que un programa compresor esté presente en la mayoría de los equipos actuales. De hecho, el propio sistema operativo de Microsoft ya incluye una función integrada que nos permite trabajar, a nivel básico, con los mismos. Pero claro, debido a su extendido uso actual, aquí las medidas de seguridad y privacidad cada vez son más importantes.

Cómo añadir una contraseña en archivos comprimido

Tal y como os comentamos, en estos instantes los comprimidos se suelen utilizar en multitud de ocasiones para enviar información a través de internet. También compartimos los ficheros incluidos a través de correo electrónico, redes P2P, o sencillamente lo subimos a nuestro blog. Pero en ciertas ocasiones aquí añadimos determinada información un tanto sensible o personal que no deseamos que caiga en malas manos. De ahí la importancia de proteger estos ficheros comprimidos de manera rápida y sencilla.

En realidad, os hablamos acerca de la posibilidad de añadir una contraseña de acceso para abrir este fichero comprimido. De esta manera aquellos usuarios que no dispongan de la clave de acceso no podrán visualizar su contenido. Esta es una función que en estos instantes ya nos proporcionan la mayoría de los programas de compresión actuales. Por tanto, nos podremos beneficiar de la misma y así proteger al máximo nuestros nuevos archivos con contenidos personales o sensibles.

La mayoría de las ocasiones esta es una opción que se presenta, eso sí, de manera opcional, a la hora de crear un nuevo contenido de estas características. Por tanto, no tenemos más que seleccionar aquellos archivos o carpetas que deseamos incluir en el nuevo comprimido. A continuación, a la hora de establecer un nombre para el mismo además de seleccionar el correspondiente formato que vamos a usar, encontramos la función de contraseña.

Esta característica incluida en los programas de compresión nos permiten añadir una clave de acceso para poder abrir el fichero y acceder a su contenido. Evidentemente para que los destinatarios puedan ver los archivos y carpetas que aquí incluimos, les tendremos que proporcionar esa password. Sin embargo, todo ello estará perfectamente protegido contra aquellos que no deseamos que accedan a esa información.

Evidentemente aquí lo recomendable es utilizar contraseñas complejas para que así la seguridad sea mayor y los archivos no puedan ser hackeados.

Fuente: SoftZone https://ift.tt/z9YCNxL Autor: David Onieva