Aunque FarmVille ya no existe, así puedes tener tu propia granja

El final de Flash era algo necesario para poder avanzar. Desde el 1 de enero de 2021, este complemento está abandonado, sin soporte. Usarlo, solo implica poner en peligro nuestro PC. Además, los navegadores eliminarán este complemento en sus próximas actualizaciones, y Windows lo hará desaparecer con sus nuevos parches. No echaremos de menos a Flash, especialmente teniendo en cuenta cómo ha sido su larga decadencia. Lo que sí echaremos de menos son muchas de las animaciones, y los juegos, que nos han acompañado durante tantas largas horas. Y uno de los que han marcado una época ha sido FarmVille.

FarmVille comenzaba sus andadas en 2010. Este juego gratuito podía encontrarse en las redes sociales, como Facebook y Tuenti (qué tiempos) y nos permitía montar nuestra propia granja y visitar las granjas de nuestros amigos. Uno de tantos juegos que hay hoy en día pero que, en sus inicios, era algo relativamente novedoso. No tardaron en aparecerle clones, pero ninguno logró recoger a los millones de usuarios que tenía este juego. Y, por supuesto, en pleno 2010 estaba basado en Flash.

Si eras un aficionado a FarmVille, tenemos una mala noticia: desde el 1 de enero, cuando Flash pasó a mejor vida, es imposible acceder a él. A diferencia de otros juegos Flash, que eran independientes, este era un juego como servicio. Y, como Zynga ha cerrado los servidores, es imposible volver a jugar a él. Ni siquiera con alternativas a Flash que nos permiten abrir este contenido.

La secuela, FarmVille 2, aún funciona, pero requiere habilitar Flash. Por lo tanto, no vamos a tomarla como opción. Por suerte, si quieres tener tu propia granja, aún es posible a través de otras alternativas como las que vamos a ver.

Busca juegos míticos de granja en Flash con Flashpoint

FlashPoint es una alternativa a Flash que busca preservar la mayoría de los juegos y animaciones que circulan en Internet creadas con este complemento. Esta herramienta, totalmente gratuita, nos permite explorar miles de animaciones y juegos en Flash para poder jugarlos, de forma segura, en nuestro ordenador sin tener que instalar el software de Adobe.

Una búsqueda rápida en este programa nos va a permitir encontrar decenas de juegos de granja, en Flash y otras tecnologías similares, que vamos a poder jugar desde este software. Estos no son juegos como servicio, por lo que no tendremos compras in-app ni problemas de servidor. Son juegos de granja completos.

Big Farm, Farmerama y otros juegos para navegador y móvil

Si quieres algo más parecido a FarmVille, entonces te recomendamos estos dos juegos online para el navegador. Por un lado tenemos Big Farm, una de las copias más fieles (aunque con mejores gráficos) al mítico juego de Zynga en el que, como haremos adivinado, podremos montar y gestionar nuestra propia granja e interactuar con nuestros vecinos y amigos.

Por otro lado, también tendremos otro juego de navegador similar, Farmerama, que nos va a permitir olvidarnos también de FarmVille, pero esta vez en un paraíso un poco más tropical.

Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de otros muchos juegos que podemos encontrar «gratis» para móviles. Por ejemplo, HayDay e incluso el FarmVille 2 original para móviles, ya que esta versión no depende de Flash para jugar (como es lógico).

Stardew Valley, la granja de tus sueños

Si buscas ya algo más completo, diferente, y que no tenga como objetivo sacarte el dinero, entonces sin duda debes dar una oportunidad a Stardew Valley. En este juego estilo pixelart, heredamos nuestra granja (al más puro estilo Harvest Moon) y, con la nueva tierra, un par de herramientas usadas y unas monedas debemos crear la granja de nuestros sueños. Pero cuidado, ya que el pueblo de Stardew Valley esconde muchos oscuros secretos.

Además de Steam, también tenemos este juego para todas las consolas, e incluso para jugar en móviles Android y iOS. Una de las mejores granjas que puedes montar, sin compras ocultas, a la que podremos dedicar horas y horas. Y más horas aún.

Fuente: SoftZone https://ift.tt/2MvYmYR Autor: Rubén Velasco